Sólo pueden desarrollarse aquéllos contenidos de la conciencia que corresponden a la organización del cerebro. Walter R. Hess (1881–1973)
“Mindfulness”, que se traduce como atención consciente, o atención plena, es una habilidad de la mente cuyo desarrollo genera numerosos beneficios para la salud integral. También se puede entender como las diversas herramientas que nos ayudan a desarrollar esta habilidad.
Parece tener sus primeros orígenes en el Zazen o meditación Zazen que se practicaba unos 500 años antes del nacimiento de Cristo en zonas límites de la actual India y países limítrofes, instalándose en la antigua China con el nombre de práctica Chan, y en el Japón de la Edad Media bajo el nombre de ZEN.
La simplicidad de su práctica, y lo fácil y útil que puede resultar desde casi el primer día hace que numerosos neurólogos y neurólogas en Gipuzkoa conozcamos la utilidad del Minfdullness y lo recomendemos a personas que padecen una falta de atención y concentración. Es decir: del estar presentes en el aquí y ahora.
La práctica del Mindfulness se desvincula de creencias religiosas y filosofías de vida concretas, es simplemente, una práctica que puede convertirse en herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas.
En la revista Frontiers in Psychology, el neurólogo James A. Austin, nos habla de los tres beneficios de las diversas prácticas del Mindfulness, desde el punto de vista neuropsicológico. Porque, al parecer, esta práctica, potencia circuitos neuronales que tienen que ver más con la atención al entorno que a uno mismo o, sólo a uno mismo, algo que favorece a las personalidades neuróticas, obsesivas, egocéntricas o incluso narcisistas; proporciona un mayor bienestar y ayuda a ser más eficiente, al mantener mejor el estado de atención al entorno, la concentración, la ejecución de tareas y la consecución de objetivos.
Diría, como profesional de Neurología con muchos años de práctica, que el Mindfulness puede aportar beneficios para nuestra salud física y mental. La separación entre Mente y Cuerpo nos ha llevado, por ejemplo a malentendidos entre psiquiatras y neurólogos, profesionales que poco a poco vamos estando mas unidos, aceptando que estamos tratando a seres humanos en los que la mente es probablemente un producto del cuerpo, que incluye a nuestro cerebro. Aunque hay misterios en los que profundizar sobre este tema, el Minfulness nos puede ayudar a mejorar nuestro estado inmunológico, nuestras tendencias ansiosas o depresivas… a mantener nuestro cerebro saludable más años. Es decir, retrasar el envejecimiento de nuestro cerebro y sus diversas capacidades cognitivas, el control de nuestra psicomotricidad y otras funciones neurológicas, esas que más suelen asustar al hacernos mayores.
Pero, a su vez, como prevención de otras enfermedades no neurológicas, porque otras publicaciones médicas también nos hablan de los beneficios del Mindfullness para nuestro sistema cardio-circulatorio, respiratorio, digestivo, etc.
Porque, no se trata tanto de vivir muchos años sino de vivirlos con una mínima calidad de vida.
Asier Lasa
Neurólogo I.M.Q