Glen Campbell fue un músico multitarea. Guitarrista, cantante, compositor, presentador de televisión y actor americano. En 2011, anunció que le habían diagnosticado la enfermedad de Alzheimer, murió 6 años después a los 81 años. Cuando le preguntaban por su enfermedad decía: “Yo no tengo Alzheimer. Tengo pérdidas temporarias”.
Hoy os quiero recomendar “La enfermedad del olvido”. Un libro que nos habla del Alzheimer visto desde la perspectiva de un filósofo experto en ética. Norbert Bilbeny, su autor, es desde hace más de cuarenta años profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y catedrático de ética. Ha sido decano de la facultad de filosofía, tuvo el premio Anagrama de ensayo con la obra “La revolución en la ética. Hábitos y creencias en la sociedad digital”, colabora en la Vanguardia y es miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y, además de todo lo dicho, es autor de este libro titulado “La enfermedad del olvido. El mal de Alzheimer y la persona” editado por Galaxia Gutenberg.
Y de eso va el libro. De la enfermedad del olvido. Bilbeny nos habla de la dignidad de quien no se acuerda, de la pérdida de la memoria y en consecuencia del olvido de todo aquello que representa algo en nuestra vida. Y también, cómo no, de la ética, algo que es un casi obligado en un profesional de esta materia que, aunque comenzó estudiando medicina, se decantó por la filosofía.
El libro que trata temas tan sugerentes como “La persona no es sólo su memoria” o “La dignidad hasta el final”, tiene un capítulo, que el autor titula como “Cuidados de amor” en el que se habla de cómo la familia es quien primero sospecha que uno de sus miembros puede padecer el mal del Alzheimer y de cómo se lleva y se asume esa situación.
El autor nos viene a recordar que el enfermo de Alzheimer merece más respeto y amor. Porque, el Alzheimer, nos pone a todos a prueba, al enfermo y a sus acompañantes, incluso estando sanos. La clave es- según Bilbeny- reconocer que es una persona como nosotros pero con mucha menos memoria. Y que es eso lo que le ha hecho perder su personalidad y sentido de identidad pero no su naturaleza de persona y su dignidad.
Un libro de fácil lectura y que os recomiendo de verdad. Y, también, si os apetece, escuchando la música de Campbell.
L.U.
