CIUDADES SOSTENIBLES Y SUS BENEFICIOS PARA LAS PERSONAS CON ALZHEIMER

Cinco de cada diez personas del planeta viven en zonas urbanas. Una proporción que llegará al 68% de la población mundial en 2050, según estimaciones de Naciones Unidas. Las ciudades se han convertido en uno de los factores que más contribuyen al cambio climático. De acuerdo con ONU-Hábitat, las ciudades producen más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero y consumen el 78% de la energía mundial.

Es determinante que nuestras ciudades continúen abordando la sostenibilidad como eje estratégico clave en su proceso de desarrollo. Alineados, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, de Salud y Bienestar (ODS 3) y el ODS 11 de ciudades y comunidades sostenibles.

En este contexto, la aplicación de la economía circular en las ciudades puede aportar enormes beneficios económicos, sociales y medioambientales.

Ciudades en las que la productividad económica aumenta gracias a la eliminación de residuos y la reducción de costes. Diseñando productos para que al final de su vida útil no generen residuos o para que ese residuo pueda ser reciclado. Generando oportunidades de negocio a nivel local. Ciudades con una mayor calidad de vida, desarrollando energías renovables para no generar emisiones y con una mejor calidad del aire. Impulsando modelos de economía colaborativa para compartir recursos y extender la vida útil de los mismos. Actuando sobre el diseño de las ciudades, reduciendo el tiempo de los desplazamientos, el ruido, la contaminación atmosférica y el consumo energético, en definitiva.

La enfermedad de Alzheimer (EA) afecta a más de cincuenta millones de personas en todo el mundo y se diagnostica un nuevo caso cada 3 segundos, por lo que se prevé que esta cifra se triplique para el año 2050.

Según señala la neurocientífica Claire Sexton, directora de programas científicos y divulgación de la Asociación de Alzheimer, “Sabemos desde hace algún tiempo que la contaminación del aire perjudica a nuestro cerebro y nuestra la salud en general, incluida una conexión con la acumulación de amiloide en el cerebro. Pero lo emocionante es que ahora estamos viendo datos
que muestran que mejorar la calidad del aire en realidad puede reducir el riesgo de demencia. Estos datos demuestran la importancia de las políticas y acciones de los gobiernos y empresas a la hora de abordar la reducción de los contaminantes del aire
“.

Los datos de varios estudios presentados en la Conferencia Internacional 2021 de la Asociación de Alzheimer determinaron que la mejora de la calidad del aire y la reducción de la contaminación pueden reducir el riesgo general de demencia.

Los estudios han demostrado que la reducción de la contaminación, especialmente de las partículas finas en el aire y de los contaminantes procedentes de la quema de combustibles, puede ralentizar los tipos de deterioro cognitivo asociados a varios tipos de demencia.

Idoia Azaldegui
POLYMAT General Manager
Patrona Fundación Aubixa