COMPARTIR NUESTRO TIEMPO CON PERSONAS CON ALZHEIMER.

APOSTEMOS POR EL VOLUNTARIADO CORPORATIVO

Cada 3,2 segundos, un nuevo caso de demencia ocurre en algún lugar del mundo.

Se considera que hay unos 50 millones de personas que viven con la enfermedad de Alzheimer u otras demencias. Para el 2030, si no se dan descubrimientos novedosos, veremos un aumento, alcanzando casi los 74,7 millones de personas. 

Siendo fundamental un diagnóstico precoz y un tratamiento médico guiado por profesionales médicos, fomentar el acompañamiento y la interacción social a las personas mayores con demencia puede ser determinante en su calidad de vida.

La soledad en personas mayores es, en sí, muy triste. Como sociedad creo que es un deber de cada persona devolver cariño, afecto y un poco de tiempo a las personas mayores que tanto nos han dado.

Se trata de ofrecerles tiempo, compañía para compartir con ellos actividades como pasear, escuchar música, fomentar su creatividad artística…mantener su cerebro y su corazón activos, llenos de ilusión.

Está más que probado en diversos estudios los beneficios que una conversación y el cariño que ofrezcamos a nuestros mayores les ayudará en su bienestar emocional.

Su vida llena de rutinas, también tan necesarias, se abre por unas horas a recibir nuestro afecto, a provocarles curiosidad por temas ajenos a su vida diaria, a arrancar risas, generar ilusiones…y todo ello se traduce en sentirse queridos, parte activa de una comunidad, de una sociedad.

Los adultos mayores socialmente aislados tienen un 27% más de probabilidades de desarrollar demencia que los que no lo están, según un nuevo estudio realizado por investigadores del Johns Hopkins.

“Las conexiones sociales son importantes para nuestra salud cognitiva, y el riesgo de aislamiento social es potencialmente modificable para los adultos mayores”, dice el Dr. Thomas Cudjoe, profesor asistente de medicina en Johns Hopkins y autor principal del estudio.

El aislamiento social se define como el hecho de tener pocas relaciones y pocas personas con las que interactuar regularmente. 

A lo largo de nueve años, los investigadores administraron periódicamente pruebas cognitivas. En general, alrededor del 21% de los participantes en el estudio desarrollaron demencia. Pero entre los que estaban socialmente aislados, cerca del 26% desarrolló demencia, frente a algo menos del 20% de los que no estaban socialmente aislados. El compromiso social puede mejorar la calidad de vida de los pacientes que viven con demencia y ralentizar su progresión.

Si cada persona dedicáramos un tiempo, el que fuera, de nuestra ajetreada vida cotidiana, a escuchar, hablar, a cogerles de la mano, ese acto de gran sencillez generaría un gran impacto en la calidad de vida de estas personas.

Y en esta misión podemos involucrar a las empresas a contribuir a este propósito y al hacerlo suyo, fomentando el voluntariado corporativo, la empresa impacta socialmente en su comunidad local. 

Según un estudio publicado por Forética en diciembre de 2022, el 46,4% de las empresas se plantean alinear su voluntariado con su estrategia corporativa. El voluntariado y la acción social pueden ser palancas impulsoras de retención del talento. Como se señala, el mundo laboral ha cambiado, y también el trabajador, que tiene ganas de aportar a la sociedad y está motivado por generar un impacto positivo a través de su trabajo. Todo esto es posible en el marco de una organización donde los criterios ESG, ambientales, sociales y de gobernanza, vertebran la cultura y los planes estratégicos de las empresas.

Al asumir un papel de voluntariado corporativo, las empresas pueden tener un impacto positivo en la comunidad local y proporcionar un apoyo vital a las personas afectadas por Alzheimer.

Queremos crear una sociedad en la que las personas con demencia se sientan comprendidas, valoradas y capaces de contribuir a la sociedad. Las empresas tienen un papel vital que desempeñar para liderar este cambio.

Dependiendo del tamaño, las habilidades y la disponibilidad de su empresa, hay muchas maneras en que los empleados pueden apoyar a las personas afectadas por la demencia.

Se pueden organizar distintas actividades que se pueden articular vía las asociaciones especializadas en Alzheimer. Organizar talleres de pintura, canto, ajedrez, lectura…en las que las personas voluntarias ofrecerán su tiempo para organizar o acompañar a las personas mayores con demencias.

¿Por qué no creamos unas bolsas de horas en las empresas de acompañamiento domiciliario para las personas mayores con demencias? 

Cada persona valorará el tiempo que pueda aportar. 

Es una forma de unir empresa y sociedad, personas de distintas generaciones, de que la acción empresarial vaya más allá de su propia actividad productiva, que tenga un impacto social, real y cercano.

Las personas que son voluntarias adquieren una sensación de bienestar y satisfacción al saber que han contribuido directamente a mitigar la soledad de estas personas y a favorecer su estimulación cognitiva y su bienestar. Las empresas que fomenten este tipo de programas de voluntariado corporativo también consiguen un mayor engagement con sus empleados y liderar una participación activa en la sociedad.

Idoia Azaldegui

POLYMAT General Manager

Patrona Fundación Aubixa