Desde diagnósticos más rápidos y certeros hasta cirugías asistidas por robots, la adopción de la inteligencia artificial en la sanidad está haciendo avanzar los tratamientos médicos y todo el proceso experiencial de los pacientes.
A medida que los médicos, los profesionales de la salud y los pacientes empiecen a ser conscientes de los beneficios asociados a la IA, la investigación en este campo continuará, haciendo que la inteligencia artificial en la asistencia sanitaria sea más barata y accesible para los pacientes de todo el mundo.
Mediante la aplicación de la IA en el proceso de desarrollo de fármacos, los científicos esperan identificar los desarrollos más prometedores en una fase temprana del proceso de I+D, lo que ayudará a ahorrar tiempo y recursos en la fase inicial de descubrimiento.
Según la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia. Alcanza a más de cincuenta millones de personas en todo el mundo y se diagnostica un nuevo caso cada 3 segundos, por lo que se prevé que esta cifra se triplique para el año 2050.
La Inteligencia Artificial puede ayudar en una detección temprana y ser utilizada como herramienta para ayudar a su prevención y seguimiento.
El diagnóstico precoz de la demencia es clave para que los pacientes y sus cuidadores puedan crear un plan eficaz de tratamiento y apoyo.
Aunque todavía se están descubriendo los mecanismos que subyacen a la enfermedad, los investigadores han aprendido que las lesiones iniciales en el cerebro pueden comenzar hasta veinte años antes de que aparezcan los primeros síntomas.
Adicionalmente, los investigadores quieren utilizar la IA para predecir cómo afectará físicamente la enfermedad al cerebro con el tiempo. También para predecir cómo cambiarán y se desarrollarán los síntomas con el tiempo.
Resulta considerable el esfuerzo en tiempo que se requiere para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer. Después de realizar largos exámenes neuropsicológicos en persona, los médicos tienen que transcribir, revisar y analizar en detalle cada respuesta. Al respecto, recientemente investigadores de la Universidad de Boston han desarrollado una nueva herramienta que podría automatizar el proceso.
Su modelo computacional basado en el aprendizaje automático puede detectar el deterioro cognitivo a partir de grabaciones de audio de pruebas neuropsicológicas, sin necesidad de acudir a una cita en persona. Sus resultados se han publicado recientemente en Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association.
Según Ioannis Paschalidis, coautor del artículo y profesor distinguido de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Boston, una detección más rápida y temprana del alzhéimer podría impulsar ensayos clínicos más amplios centrados en individuos en las primeras fases de la enfermedad y permitir potencialmente intervenciones clínicas que ralenticen el deterioro cognitivo: “Puede constituir la base de una herramienta online que podría llegar a todo el mundo y podría aumentar el número de personas que se someten a una detección temprana”.
El modelo computacional, que no requiere evaluaciones en persona, podría ayudar a los médicos a clasificar la urgencia de los síntomas de los pacientes de forma más eficiente, permitiéndoles asignar recursos sin sustituir los procesos de seguimiento para el diagnóstico.
Con todos los avances científicos, cada vez está siendo más evidente que una apuesta continuada por la investigación en inteligencia artificial permitirá, como mínimo, ayudar a los clínicos a avanzar más rápida y eficazmente en la detección y tratamiento del Alzheimer.
Idoia Azaldegui
POLYMAT General Manager
Patrona Fundación Aubixa