“La estupidez real siempre vence a la inteligencia artificial”.
Me hubiera encantado ser la autora de esta frase pero, no. El autor es Sir Terence David John “Terry” Pratchett, un brillante escritor británico de fantasía y ciencia ficción, que murió en 2015 y creador de novelas juveniles, relatos cortos y de las obras que componen la serie Discworld (que se ha traducido al castellano por Mundodisco).
Aunque con 13 años ya escribió su primera novela “The Hades Business” (un relato corto publicado en la revista del colegio y que, años después, aparecería en la publicación Science Fantasy), y durante años ejerció el periodismo, se hizo popular en los años 80, cuando abandonó su trabajo en la Central Electricity Generating Board ( central nuclear de la que era relaciones públicas), para dedicarse de lleno a la literatura como autor de historias englobadas en el Mundodisco. Una serie de 40 libros, el primero salió en 1983, ambientada en un universo plano y redondo que se sostiene a lomos de cuatro elefantes apoyados a su vez sobre una enorme tortuga.
Desde entonces, se han vendido más de 85 millones de ejemplares de sus libros y traducido a 35 idiomas.
Fue precisamente un 11 de diciembre de 2007, en la web de la Convención Internacional de Mundodisco donde informaba que padecía Alzheimer y bautizaba a su nueva enfermedad como “la jodienda”.
Terry era un hombre con una desbordante imaginación, nadie lo puede poner en duda, un humor inteligente y fina ironía.
Se tomó la enfermedad con filosofía y “suave” optimismo. Cuando visibilizó su enfermedad dijo eso de: “No estoy muerto pero, por supuesto, estaré muerto en un futuro, como todo el mundo. Para mí, quizá más tarde de lo que piensas”.
En ese momento se dijo que padecía una versión especialmente rara de la enfermedad, tenía entonces 59 años, y a la que anunció que plantaría cara porque creía que tenía tiempo suficiente para escribir algunos libros más. Lo hizo. Aunque para los últimos contó con la ayuda de su hija, la también escritora Rhianna Pratchett.
Le gustaba dejar frases memorables. He escogido para hoy otras dos que, creo, definen su forma de pensar y su actitud ante la vida y la muerte.
“El problema de tener una mente abierta es que la gente insiste en entrar dentro y poner allí sus cosas”.
Siempre tuvo una mente abierta. Fue capaz de adaptarse a las nuevas formas de comunicación que ofreció Internet desde el principio, difundiendo e involucrando a sus seguidores en su propia pasión por la protección de los orangutanes (uno de sus mejores personajes, el Bibliotecario, es un orangután) y trabajando para la Orang-Ute Foundation. También reflejó en sus obras el racismo, la desigualdad entre hombres y mujeres o la muerte. Seguramente también tendría alguna reflexión acertada para esta época que estamos viviendo.
Terry Pratchett falleció con 66 años en su casa con su mujer, Lyn, y su hija.
“Cuando mueres lo primero que pierdes es la vida. Después pierdes tus ilusiones”.
Fina ironía hasta el final.
Lurdes Ubetagoyena
Presidenta Aubixa Fundazioa