
El pasado 27 se celebraba en el nuevo Bibe-toki, un espacio habilitado para realizar las sesiones de encuentro con la ciudadanía de Lezo, una rueda de prensa sobre el proyecto BIBE (Bizitza Berria eta Betea-Nueva longevidad y vida plena).
El acto contó con la presencia de la Consejera de Bienestar, Nerea Melgosa, la Diputada General, Eider Mendoza, la Diputada de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña, el Alcalde de Lezo, Mikel Arruti, la Directora General de Adinberri, Rakel San Sebastián y de representantes de las organizaciones que han partido en la elaboración del proyecto, Ayuntamiento de Lezo, Fundación Aubixa, APTES, Helduak Adi!, Aiton Borda y Agijupens.
La fundación Adinberri, dentro del programa Berpiztu de GV, es la encargada de impulsar actuaciones orientadas a convertir Oarsoaldea en una comarca referente en envejecimiento activo, saludable y con desarrollo de una vida plena y al impulso socioeconómico de la misma.
Tras un año de actividades, el proyecto BIBE ha alcanzado a cerca de un millar de personas a través de encuentros, reflexiones y cuestionarios, promoviendo esta iniciativa en Oarsoaldea sobre la vida plena en la vejez.
En una primera fase, a lo largo del 2024 y liderada por Aubixa Fundazioa, se ha realizado una investigación cualitativa para comprender qué significa una vida plena en la vejez para personas de entre 57 y 75 años.
Ana Belén Juaristi, Vicepresidenta de Aubixa, fue la responsable de presentar el resumen de las principales observaciones tras la finalización de la fase cualitativa del proyecto cuya dirección corresponde a nuestra fundación.
Este estudio ha permitido identificar varios perfiles clave: personas cercanas a la jubilación (de 57 a 62 años), quienes acaban de jubilarse o están próximas a hacerlo, y personas con más de cinco años en esta etapa de la vida.
El informe ha señalado importantes conclusiones. Las personas participantes han mostrado preocupación por la reducción de sus redes de apoyo en comparación con generaciones anteriores, debido al aumento de hogares unipersonales y al aislamiento social. Aunque se definen como «muy familiares», creen necesario equilibrar su proyecto personal con el cuidado de la familia, estableciendo límites claros. Existe un temor generalizado a la pérdida de autonomía, al sufrimiento y a la dependencia cognitiva y física. Valoran profundamente el autocuidado como una prioridad esencial. Consideran que las relaciones actuales son más frágiles, describiéndolas como «líquidas», con menor reciprocidad y empatía.